El cáncer de pulmón en Chile es la primera causa de muerte por neoplasias, con 3.550 muertes anuales por esta causa, aproximadamente 10 muertes al día. La relación entre esta enfermedad y el consumo de tabaco se encuentra fuertemente documentada y demostrada por la comunidad científica, siendo el factor de riesgo más importante.
Un fumador tiene entre 10 a 30 veces más probabilidades de desarrollar cáncer pulmonar. Chile es 1° en prevalencia de consumo de tabaco en América (38,7%), con un consumo de tabaco del 37,8% de los hombres y 30% de las mujeres. Lo anterior releva la necesidad de trabajar en dos áreas: el abandono del hábito tabáquico y la detección temprana de la enfermedad.
En este contexto, es que la ciencia de enfermería debe dar respuesta a las necesidades de las personas, familias y comunidades, poniendo en el centro de su quehacer, el cuidado de las personas, que debe ser adecuado a diferentes entornos sociales, económicos y culturales, considerando los cambios epidemiológicos, sociodemográficos, políticos, migratorios y el avance tecnológico.
A nivel organizacional, se debe velar por la formación de enfermeras especialistas en el área, capaces de gestionar y otorgar cuidados para el acompañamiento de la persona y su familia en diferentes contextos de vida. A nivel comunitario, las especialistas han de ser el puente de enlace entre el sistema de salud y la población, estimulando la gobernanza y participación ciudadana, especialmente si se guía el empoderamiento social en la toma de decisiones respecto a su salud, a través de la educación de las comunidades, como herramienta de cambio y mejora de la calidad de vida.
Daniella Cancino
Secretaria de Postgrado y Educación Continua
Facultad de Enfermería UNAB