El nivel educativo se asocia, generalmente, a bajas condiciones de vida, por lo tanto refleja otros niveles de desigualdad. Más del 50% de la población chilena fallecida por cáncer en 2017 no presenta instrucción o tiene solo educación básica.
En Chile, la tasa de mortalidad por cáncer es 8 veces mayor en personas con educación básica, que en quienes han completado la educación superior. Esto lo determinó el estudio “Inequidades en Cáncer Chile 2017”, realizado por la Fundación Foro Nacional del Cáncer (FFNC), para conocer las características de los fallecimientos y cómo los determinantes sociales, en este caso la educación, pueden tener un rol protagónico en el desenlace de esta patología.
La investigación analizó las 27.396 defunciones de personas mayores de 20 años, que registró el Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) en 2017. Paz Cook, epidemióloga e investigadora del estudio explica que “el objetivo fue describir las principales características de la mortalidad por cáncer en Chile, tratando de enfatizar los distintos segmentos de la población”.
La publicación no solamente comparó la mortalidad del grupo de con menos escolaridad con el de mayor educación, sino que indagó en las tendencias, determinando que, al separar por nivel educacional, se comprobó que de las personas que mueren por cáncer, más del 50% no tienen ningún tipo de instrucción o tienen solo educación básica. Esto según los especialistas se debería a varios factores, entre ellos se encuentra que las personas más educadas tienen mayor acceso a educación en salud y pueden tomar mejores decisiones, es decir, pueden escoger tener conductas más saludables.
“Realizamos un análisis secundario de datos, principalmente de la base de datos de defunciones del DEIS, seleccionamos a las personas que fallecieron por cáncer, mayores de 20 años y, se contrastó la información con el censo 2017, para poder asignar las características sociales de la población”, explicó Cook.
De esta forma, se determinó que el cáncer va en aumento en el país, a pesar del descenso en mortalidad que se evidenció en 2020 en los registros de defunciones, hecho que la especialista atribuye a “un problema de acceso a diagnósticos y tratamientos a causa del Covid-19. Murió gente que nunca fue diagnosticada por lo que no se supo que su fallecimiento fue por cáncer y quedó registrado por otra causa”.
Mortalidad y tipos de cáncer por región
El estudio realizó el desglose por región y analizó la mortalidad en siete tipos de cánceres, lo que arrojó que la región que lidera la tasa de mayor mortalidad es Bío Bío, con una tasa de 281,5 muertes por cáncer por cada 100 mil habitantes, ya que presentó la mayor mortalidad en cáncer de estómago, colon y próstata y, el segundo lugar en mortalidad por cáncer de mama. Le sigue Antofagasta, con una alta tasa mortalidad por cáncer de pulmón y colon, y Aysén por la alta tasa de mortalidad en cáncer de próstata y vesícula biliar.
Al consultar el motivo de la alta tasa de mortalidad en Bío Bío, el ex ministro de Salud y presidente de la Fundación Foro Nacional del Cáncer, Jorge Jiménez de la Jara, señaló que “los índices de pobreza son bastante grandes. Por lo que, probablemente esto responde a un elemento de pobreza, sobre todo en la zona de Arauco, que tradicionalmente ha tenido altos niveles de cáncer”.
Por su parte, Coquimbo, Los Ríos, Valparaíso, Aysén y Antofagasta, son las regiones que presentaron mayor desigualdad entre los distintos niveles educacionales en el país. En estas regiones, la probabilidad de morir por cáncer en las personas con educación básica prácticamente triplica a los de las personas con educación superior.
Así también, hay algunas regiones que reúnen mayor mortalidad en algunos tipos de cáncer: por ejemplo, el cáncer de estómago presentó mayor mortalidad en las regiones del sur como Biobío, Magallanes, Los Lagos, Araucanía, Los Ríos y Maule.
Con relación a cuál es el tipo de cáncer que genera más fallecimientos en los estratos con menos educación, el estudio reveló que el cáncer de estómago y el de vesícula biliar son los que tienen una diferencia más sustantiva, presentando hasta 7 veces mayor probabilidad de morirlos grupos con menor instrucción respecto a los que tienen mayor educación.
Políticas públicas focalizadas
A pesar del papel de la educación en las desigualdades en mortandad por cáncer que reveló el estudio, Cook declaró que “es bien interesante hacer un análisis de este tipo porque, sin duda, permite ir viendo el efecto que pueden tener las políticas públicas”.
A juicio de los especialistas, los resultados del estudio “Inequidades en Cáncer Chile 2017” dan luces de que se deben implementar medidas específicas en algunos lugares. “Por ejemplo, en Antofagasta no es tan necesario implementar medidas preventivas para el cáncer de estómago, pues en la región el foco por mortalidad es el cáncer de pulmón”, explicó Cook.
Para el doctor Jiménez de la Jara la importancia de realizar este tipo de investigaciones en el país es que “permiten poder focalizar las medidas al ver la magnitud de la mortalidad en cada una de las zonas. Existen zonas del país donde se debe privilegiar un tipo de screening por sobre otros y regiones en las que también se deben aplicar medidas de educación en salud para evitar esos índices de mortalidad. Por ello, es vital la desagregación regional por cáncer para tomar mejores decisiones en el futuro en materias de salud y prevención”.
Fuente El Mostrador 08.07.2021