Durante las últimas tres décadas Chile ha vivido un proceso de desarrollo económico, a pesar de las inequidades que el actual modelo presenta.
Lamentablemente este crecimiento no ha significado una mejor calidad de vida, salud y estado nutricional de los sectores sociales menos favorecidos económicamente.
En efecto, la mayoría de la población, vale decir quienes registran un ingreso menor a 500 mil pesos mensuales por familia, en las ultimas décadas han desarrollado un estilo de vida poco saludable con aumento del “gasto en alimentos y otros bienes, pero desafortunadamente en alimentos procesados y comida rápida con alto contenido de grasas, azúcar y sal. Al aumentar la compra de televisores, vehículos y electrónicos, el sedentarismo es la norma, afectando a casi el 90% de la población”. (Inta.cl. 09.01.2018)
La situación descrita influye en todo tipo mediciones que se hagan en relación al estado de la salud de la población, en los cuales la obesidad va a ocupar los primeros lugares, ya como problema de salud pública.
El “Mapa nutricional 2018” publicado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) es alarmante. Los números muestran que el 23% de los niños evaluados presenten obesidad, esto anticipa que como adultos van a tener que liderar con enfermedades crónicas graves, si ahora como sociedad no actuamos con decisión.
El mapa consideró a niños de prekínder, kínder, primero y quinto básico y primero medio y en el caso de incluir tanto a niños con obesidad y sobrepeso, la cifra aumenta a un 51,7%.
El estudio abarcó 9.065 colegios de establecimientos particulares subvencionados y municipales, en los cuales se aplicaron más de un millón de encuestas. En el caso de Santiago las comunas que muestran mayor incidencia de obesidad son San Ramón, Estación Central y Cerro Navia. En cambios comunas del sector oriente, Vitacura, Providencia y Ñuñoa se observan niños con mayor prevalencia de peso normal.
Sin desconocer los avances realizados por parte del Estado, como por ejemplo la Ley del Etiquetado y otros, se requiere políticas a largo plazo para enfrentar en forma integral este problema de salud.
Pero además se requiere conciencia de la población en relación a visibilizar y reaccionar en relación a la obesidad infantil, de lo contrario va afectar la salud y calidad de vida de las generaciones futuras.
En el caso de los padres, deben tomar conciencia que la prevención de la obesidad significa formar hábitos de alimentación saludable acompañado de una vida activa.
Alimentación y estilo de vida sano
Los malos hábitos alimenticios en Chile más el sedentarismo han conducido a tener una población con niveles de sobrepeso preocupante.
El sobrepeso se ha identificado como una condición que tiene directa relación con el alto índice de afecciones cardiovasculares, la principal causa de muerte en Chile, seguido del cáncer, que también es posible de prevenir con una alimentación y estilo de vida sano.
