Cuidados paliativos oncológicos

Son los cuidados que se dan a los enfermos que ya no tienen cura, y van orientados a acompañar, reconfortar y aliviar en lo posible el dolor u otros síntomas y padecimientos.

En el mundo, se estima que más de 20 millones de personas viven enfermas de cáncer en la actualidad. Y entre ellas, el 40 a 75% tienen o tendrán dolor en alguna de las etapas de la enfermedad. El cáncer se ha convertido en la segunda causa de muerte en el mundo, tanto en países desarrollados, como en muchos en vías de desarrollo. Además va en aumento y se estima llegará a ser la primera causa de muerte para el 2025 en muchos países.

Los cuidados paliativos son los cuidados que se dan a los enfermos que ya no tienen cura, y van orientados a acompañar, reconfortar y aliviar en lo posible el dolor u otros síntomas y padecimientos. La medicina paliativa no favorece la eutanasia, pero tampoco el preservar la vida a toda costa, con medios que muchas veces terminan prolongando la agonía y el sufrimiento. Se trata de aceptar la muerte como algo inevitable, pero cuidando a los enfermos hasta el último momento y asegurando la máxima calidad de vida posible, incluso considerando necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales, tanto del paciente como de su familia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como el cuidado activo y global del paciente y la familia, brindado por un equipo multidisciplinario cuando la enfermedad del paciente se considera no susceptible de tratamiento curativo.

Origen de los cuidados paliativos
Los cuidados a los enfermos terminales estuvieron presentes desde la Edad Media, pero es en Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XX donde surgen los cuidados paliativos propiamente tales. Una de las personas que más contribuyó a su desarrollo fue Cicely Saunders, fundadora del movimiento Hospice, quien en sus palabras expresa quizás de manera más fiel, el espíritu de los cuidados paliativos:

“Tú me importas por ser tú, importas hasta el último momento de tu vida y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, no sólo para ayudarte a morir en paz, sino también a vivir hasta el día en que mueras”.

Cicely Saunders nació en 1918 en Londres. Tuvo estudios de filosofía y trabajo social en Oxford, además de trabajar como enfermera durante la Segunda Guerra Mundial. Al ver que con sus títulos no podía ejercer mayor influencia sobre sus pacientes, a los 33 años comenzó a estudiar medicina, obteniendo su título en 1957. Posteriormente investigó sobre la naturaleza y el tratamiento del dolor en enfermos incurables. Defendía el tratamiento del dolor con morfina por vía oral, además de practicar la sedación continua para aliviar a sus enfermos. En el año 1967 fundó en Londres el St Christopher´s Hospice, el primer centro para atender enfermos terminales. Aquí ayudaba a controlar el dolor y al bien morir a sus enfermos. En este lugar nació y se propagó su movimiento Hospice. El año 2005, fallece victima de un cáncer de mama, en el St Christopher’s Hospice, dejando un legado inmenso.

Fundamentos
Los cuidados paliativos se sustentan en tres pilares fundamentales que son:

  • Control de síntomas: se deben reconocer, evaluar, y tratar oportuna y adecuadamente.
  • Trabajo de equipo: debe ser un equipo formado y con experiencia, disponer del tiempo y de los espacios adecuados para cumplir su función.
  • Apoyo psicosocial: debe haber una comunicación franca y honesta con el enfermo y con su familia.

Tratamiento del dolor
El dolor es el síntoma más importante para los pacientes con cáncer, y su presencia afecta a la persona en todas sus esferas (física, espiritual y psicológica). Está presente en cerca del 30% de los pacientes con cáncer y aumenta al 80% en los pacientes con cáncer avanzado. Pero también pueden aparecer otros síntomas asociados como falta de apetito, ansiedad, baja de peso, estreñimiento, náuseas, vómitos, ahogos, etc. Un enfermo de cáncer avanzado puede sufrir cerca de 10 síntomas de forma simultánea.

En la década de los 80, la OMS publicó las recomendaciones de manejo de dolor, donde se estableció el uso racional de los analgésicos de manera escalonada (escalera analgésica de la OMS). Este método permite conseguir el alivio del dolor por cáncer entre el 75 y el 90% de los pacientes.

Uno de los fármacos fundamentales para el alivio del dolor es la morfina, la cual es refinada a partir del opio. El opio es extraído de la adormidera o amapola, flor conocida desde la antigüedad por sus propiedades. En la actualidad contamos con una gran variedad de fármacos que tiene efectos similares a la morfina. El consumo terapéutico de morfina es un indicador del desarrollo de los cuidados paliativos en los países. Hoy en día, los 10 países más desarrollados del mundo se llevan el 75% del consumo de morfina. El 25% restante es consumido por el resto de los países. Esto muestra la gran desigualdad existente. América latina tiene un consumo de morfina de 1,7 mg/cápita, cifra bastante inferior al consumo promedio global (5,98 mg/cápita, año 2006). Chile es el país con mayor consumo de morfina de la región (3,62 mg/cápita) pero aún bajo el promedio global y muy por debajo del consumo de los países desarrollados (que puede llegar a más de 50 mg/cápita).

Cuidados paliativos en Chile
En Chile, las principales causas de muerte son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la cirrosis, la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y los accidentes. Todas estas enfermedades son responsables de cerca del 70% de las muertes. El cáncer constituye la segunda causa de muerte, llegando casi al 25% de todos los fallecidos. Por esto, aproximadamente 15.000 chilenos con cáncer van a requerir alivio del dolor cada año.

En 1994 se conforma la Comisión Nacional para el alivio del dolor y cuidados paliativos con especialistas del sector público y privado, que dan lineamientos al Programa Nacional de Cuidados Paliativos que entra en funcionamiento en 1995. A partir de entonces aumenta año a año la calidad de la atención de estos enfermos. En el año 2005, los cuidados paliativos empiezan a formar parte de las garantías sanitarias, las cuales obligan a los aseguradores y prestadores de salud en Chile a otorgar estas prestaciones.