Los preocupantes números del cáncer en Chile

Tabaquismo, alcohol y obesidad están asociados a diferentes tipos de cáncer. Desgraciadamente estos factores de riesgo se encuentran sobrerrepresentados en la población chilena.

Estadísticamente los cánceres más frecuentes en las mujeres chilenas son el de mama, vesícula biliar y cuello uterino (55,3%). En cambio en los hombres prevalece el cáncer de próstata, estómago y piel (58,7%), de acuerdo a cifras del Ministerio de Salud.

Chile se ubica en segundo lugar en obesidad entre los países OCDE, después de Estados Unidos. Los datos de la Encuesta Nacional de Salud (2016-2017) muestran que el 74,2% de los adultos presenta exceso de peso (sobrepeso u obesidad). El 86,7% es sedentario. El 27,6% muestra indicios de hipertensión arterial y 12,3% diabetes.

En relación a los niños, un informe de la JUNAEB, muestra que un 23% padece obesidad, en etapas tan tempranas de su infancia, como en los primeros años de la educación básica.

Un diagnostico precoz acompañado de un tratamiento adecuado constituyen las principales armas para atacar a esta enfermedad. Sin embargo las actuales políticas publicas no reducen la problemática del cáncer a los tratamientos médicos, sino que incorporan la prevención como un aspecto fundamental. Los actuales objetivos de salud pública se enfocan a que las personas ayuden a prevenir esta enfermedad transformando sus hábitos a un estilo de vida saludable.

Samuel Durán, Vicepresidente del Colegio de Nutricionistas de Chile, manifiesta que “los factores dietarios son responsables de alrededor del 30% de los cánceres en los países industrializados (2º causa prevenible después del tabaco) y de 20% en los países en desarrollo; junto con la inactividad física son responsables del 20 a 30% de los cánceres de mama, colon y recto, riñón, endometrio y esófago”. (Radioagricultura.cl. 12.01.2019)

 

 

Plan Nacional del Cáncer
El proyecto de ley presentado por el gobierno en diciembre del 2018, incorpora un Plan Nacional incorporando cinco líneas estratégicas para el periodo 2018-2028, para reducir los efectos del cáncer que inciden en toda la sociedad.

  • Línea Estratégica 1: Promoción, educación y prevención primaria, que contempla temas como creación de conciencia, factores de riesgo y protección, entornos saludables e inmunización.
  • Línea Estratégica 2: Provisión de servicios asistenciales: Tamizaje, diagnóstico y etapificación oportuna. Tratamiento, rehabilitación, cuidados paliativos, apoyo a pacientes y familias, gestión GES y listas de espera.
  • Línea Estratégica 3: Fortalecimiento de la red oncológica, en términos de capital humano, infraestructura y equipamiento.
  • Línea Estratégica 4: Fortalecimiento de los sistemas de registro, investigación y vigilancia. Para mejorar la disponibilidad y calidad de información, así como facilitar la investigación.
  • Línea Estratégica 5: Rectoría, regulación y fiscalización. Generación de criterios y estándares, modificaciones de normas y regulaciones y fiscalización de puesta en marcha.
    (Fuente: Facultad de Medicina. Universidad de Chile. Medicina.uchile.cl. 04.01.2019)

Prevención

Las recomendaciones del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, se orientan a la prevención, destacando medidas como:

  1. Mantener un peso saludable y limitar el consumo de alimentos ricos en calorías, azúcares y grasas: La malnutrición por exceso y el consumo de alimentos altos en calorías, azúcares y grasas constituyen un factor de riesgo para cáncer de hígado, próstata avanzada, ovario, vesícula, riñón, colon, esófago, mama postmenopáusico, páncreas, útero y estómago.
  2. Mantenerse físicamente activo. Ser físicamente activo de forma moderada equivale a caminar rápido por al menos 30 minutos diarios. Limitar hábitos sedentarios, como ver televisión, utilizar escaleras mecánicas, permanecer mucho tiempo sentado o acostado. El sedentarismo constituye un factor de riesgo para cáncer de útero, mama postmenopáusico y colon.
  3. Aumentar el consumo de frutas, verduras y legumbres. La recomendación de consumo poblacional de frutas y verduras de todos los colores deberá ser de a lo menos 600 gramos diarios o 5 porciones. El consumo de frutas, verduras y leguminosas constituyen un factor protector para cáncer de colon y recto, pulmón, boca, faringe y laringe.
  4. Limitar el consumo de carnes rojas y evitar consumo de carnes procesadas. El consumo de carnes rojas no debe superar los 500 gramos a la semana. El consumo de carnes procesadas (cecinas, longanizas, vienesas, jamones) debe ser ocasional (1 a 2 veces por mes). El consumo de carnes rojas y carnes procesadas incrementan el riesgo para cáncer de colon, recto y estómago.
  5. No consumir alcohol. El consumo de alcohol constituye un factor de riesgo para cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, estómago, hígado, colon, recto, vesícula y mama.
  6. Disminuir el consumo de sal. Limitar el consumo de sal y alimentos procesados que la contengan (conservas o marinados) y no consumir más de 5gr de sal al día. El consumo de sal mayor a 5 gramos al día es un factor de riesgo para cáncer de estómago, uno de los canceres más comunes en Chile
  7. El consumo de suplementos multivitamínicos no está asociado a la prevención del cáncer. Lo importante es una dieta variada más que tomar suplementos, en personas sanas
  8. Dar lactancia materna. Dar lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y prolongarla hasta los 2 años junto con alimentación complementaria, para protección de la madre e hijo. La lactancia materna constituye un factor protector para cáncer de mama pre y post menopáusico y ovario.