Radioterapia y cáncer

La radioterapia es un método de tratamiento locorregional del cáncer, que utiliza la radiación para destruir las células cancerosas, bloqueando la capacidad que tienen para multiplicarse. Su mecanismo de acción se basa en el daño directo e indirecto (a través de radicales libres) del ADN celular, que produce alteraciones funcionales y/o estructurales y, en último término, la muerte celular. La radiación busca destruir todas las células tumorales, y se trata de proteger el tejido sano que le rodea.

La radioterapia es utilizada en la mayoría de los pacientes a los que se les diagnostica algún tipo de cáncer (más del 50% de los pacientes con cáncer reciben radioterapia en algún momento). La radioterapia puede ser usada como el único tratamiento contra el cáncer o también puede usarse en combinación con la cirugía y la quimioterapia (radioterapia sola o combinada). Según el diagnóstico y la etapa de la enfermedad es como se efectuará el tratamiento. La radioterapia la mayoría de las veces se realiza ambulatoria (no hospitalizada), ya que las sesiones de radiación son muy cortas (pocos minutos) y los efectos secundarios no son tan importantes.

Diferentes técnicas de radioterapia

La radioterapia externa: es la mas común, en este caso la fuente o el equipo productor de radiación esta fuera del paciente. Las bombas de cobalto que prácticamente han desaparecido en los países desarrollados poseen una fuente radioactiva de Cobalto 60. Los aceleradores lineares de partículas de rayos X de alta energía y electrones actualmente son los más comunes permitiendo dar una radioterapia mucho más preciso protegiendo los tejidos sanos.

La braquiterapia: la fuente radioactiva es puesta dentro del paciente por un tiempo limitado (algunos minutos o horas) o definitivamente dentro del paciente (en el caso de semillas de Iodo en cáncer de próstata)

Indicaciones
Según el tipo de tumor, de su localización, del tamaño, de la etapa y del estado general
paciente podemos distinguir dos tipos de radioterapia:

Radioterapia curativa
Como su nombre lo indica tiene como objetivo irradiar todas las células cancerosas para lograr la curación del paciente. Puede ser indicada sola o en combinación con cirugía o quimioterapia, o como secuencia, el orden dependerá de cada diagnóstico.

La dosis necesaria depende del volumen tumoral, ya que hay tumores muy sensibles y otros más radiorresistentes. Se debe verificar muy bien que la dosis permita eliminar el tumor, pero inferior a la dosis de tolerancia crítica de los tejidos sanos cercanos al tumor. Por esto hay que ser muy rigurosos con la técnica para no tener muchas complicaciones a largo plazo.

El protocolo de tratamiento mas habitual es de 10 Gy semanales divididos en 5 sesiones de 2 Gy diarios. La dosis total varia según el diagnóstico y puede ir entre 20 Gy (seminoma) a 78 Gy (próstata).

Radioterapia paliativa
El objetivo no es curar el cáncer sino disminuir los síntomas en un paciente con una enfermedad muy avanzada o en pacientes con un mal estado general. Así permite, por ejemplo, disminuir el dolor o detener un algún tipo de hemorragia causadas por el tumor. La radioterapia paliativa es de corta duración para evitar el desgaste del paciente que la mayoría de las veces se encuentra muy débil por lo avanzado que se puede encontrar su tumor, y el compromiso de distintos órganos.

En general, este tipo de radioterapia es sintomática y se poden dividir en:

Antálgica: para disminuir el dolor, en general el efecto aparece rápidamente después de algunos días iniciado el tratamiento

Hemostática: en hemorragias persistentes (cáncer de cuello uterino, vejiga, recto, pulmón). La radioterapia detiene la hemorragia.

Descompresiva: compresión de la médula espinal por tumor, que se puede traducir en parálisis de las extremidades del paciente; y en compresiones venosas, que se manifiesta como edema importarte. Estos casos en general son urgencias que si no se tratan rápidamente el paciente puede complicarse llevándolo a la muerte.

El equipo médico
En la radioterapia, existe un equipo médico que participa en el tratamiento y seguimiento del paciente. El médico especialista se llama radioterapeuta u oncólogo radioterapeuta. Es el encargado de definir si la radioterapia tiene indicación en casa caso, y definir el plan de tratamiento.

Directamente asociados se encuentran los tecnólogos médicos que manejan el equipo de imágenes y el equipo que emite la radiación. Además participa el equipo de enfermería y personal técnico paramédico, encargados de la administración de medicamentos y coordinación de controles y tratamientos, además del apoyo directo a cada paciente.

Planificación
Con el objetivo de entregar el mejor tratamiento, disminuyendo la radiación a tejidos sanos, la radioterapia detalladamente planificada antes de su inicio. Para ésto, se realiza una simulación de la radioterapia, bajo imagen de tomografía computada, de área del cuerpo a tratar. Esta área que recibirá la radiación se denomina campo. Una vez determinada el área a irradiar, de dejan marcas con tinta en la piel, incluyendo algunos puntos tatuados, que sirven de referencia para que en cada sesión del tratamiento se irradie el mismo campo.

Dosis
La dosis de la radioterapia se mide en Gray (Gy). El médico radioterapeuta indica una dosis total en una región (ya sea el tumor o el lecho operatorio) y también el fraccionamiento diario (dosis por sesión); según esto será la duración del tratamiento, por ejemplo 45 Gy en sesiones diarias de 1,8 Gy corresponderá a 25 sesiones de lunes a viernes (ya que en general no se trabaja en los hospitales los fines de semana) y por lo tanto serán 5 semanas de tratamiento.

La dosis puede ser entregada en fotones o en electrones según sea el caso. También existen los protones, pero actualmente se utilizan en muy pocos centros en el mundo.

La energía de los fotones y electrones se mide en Mev y la elección de esta depende de la localización tumoral. Par tumores superficiales, como la piel o tumores de cabeza y cuello, se usa baja energía (6 Mev), para tumores profundos como próstata se usa alta energía (20 Mev).

Control médico
Como todo tratamiento, debe ser vigilado por el radioterapeuta. Lo más común es que durante el tratamiento se haga un control semanal del paciente para evaluar la evolución de la radioterapia, ya sea en relación a la disminución del tamaño tumoral como de los síntomas secundarios que aparecen frecuentemente con el tratamiento (mucositis, radiodermitis, diarrea, disuria). A su vez, se debe controlar periódicamente que la posición del paciente en la maquina de radiación sea la correcta; esto último se hace a través de radiografías o imágenes de tomografía computada que son verificadas por el médico.

Una vez finalizada la radioterapia el médico planifica controles periódicos para evaluar los efectos secundarios a largo plazo del tratamiento, así como también la evolución de la enfermedad.

Efectos secundarios de la radioterapia
Debido a que la radiación puede afectar tejidos sanos cercanos al tumor en tratamiento, se producen efectos secundarios. En general, la mayoría de los pacientes se sienten fatigados o débiles.
En el área que recibe la radiación, la piel puede pigmentarse o estar muy sensible. También se puede perder el cabello de la zona.

La radioterapia puede disminuir el recambio de las células sanguíneas. Los pacientes pueden presentar anemia, y en pocas ocasiones, baja de las células del sistema inmune. En general estos efectos son leves y se recuperan una vez terminado el tratamiento.

Por último, muchos efectos adversos se producen dependiendo del tipo y localización del tumor. En estos casos, es importante aclarar todas las dudas con su médico tratante.