Prevención y diagnóstico precoz

El cáncer es una enfermedad que ha aumentando su frecuencia desde el siglo XX en adelante, relacionado con un aumento de la expectativa de vida del ser humano, pero aún más importante, por cambios en el estilo de vida a nivel mundial que han provocado modificaciones en dietas menos saludables, aumento en contacto con tóxicos, mayor radiación solar y mayor sedentarismo.

Se estima que el 50% de los cánceres pueden ser prevenidos si se toman conductas más saludables. Si agregamos que en algunos casos el diagnóstico precoz nos ayuda a pesquisar tumores en etapas tempranas, logrando curación con tratamientos actuales, en condiciones ideales el cáncer dejaría de ser un problema sanitario nacional y mundial. En este capítulo discutiremos las principales medidas preventivas y de diagnóstico precoz de cáncer.

Prevención: como se mencionaba, modificaciones en el estilo de vida hacia una vida saludable lograrían disminuir los casos de cáncer a la mitad. Las principales medidas las discutiremos a continuación.

Tabaco: el consumo de tabaco, principalmente cigarrillo, es la principal causa modificable de cáncer. El tabaco no sólo produce cáncer de pulmón, sino también de toda la vía respiratoria y otros órganos. Además, el tabaco produce otros problemas como enfermedades cardiovasculares, pulmonares, infertilidad y problemas dentales. El efecto del tabaco no es sólo para el fumador directo, sino también en el fumador pasivo, aquel que inhala el humo por cercanía, sobre todo en menores.

La principal medida es suspender el consumo de tabaco inmediatamente: el efecto de dejar de fumar es inmediato, y el riesgo de desarrollar cáncer disminuye mientras más años y más temprano se dejó de fumar. Si Ud. es fumador o alguien en su familia o amigos, le sugerimos dejar de fumar inmediatamente; si le es muy difícil, consultar a su médico para que lo ayude.

Sobrepeso y obesidad: el sobrepeso es la segunda causa en estilo de vida que repercute en un aumento de los casos de cáncer. Esto se debe a que el exceso de peso produce modificaciones no sólo estéticas, sino en el funcionamiento de nuestro organismo en general. Alteraciones hormonales, mal funcionamiento del sistema digestivo, hipertensión arterial y aumento de alteraciones inflamatorias provocadas por el sobrepeso serían las causas de esta mayor incidencia de cáncer.

El lograr bajar de peso, asociado a una alimentación sana y aumento de actividad física, logran disminuir el riesgo de sufrir cáncer, así como una mejor calidad de vida en general.

Actividad física: junto con ayudar en disminuir el sobrepeso, la actividad física es un factor importante en la disminución del riesgo de cáncer. Su efecto es mayor aún en la infancia y la adolescencia. Se ha visto que aquellas personas que en su infancia realizaron actividad física frecuente presentan menos casos de cáncer de mama y ginecológicos, cáncer colo-rectal y cáncer de riñón.

Radiación: la principal fuente de radiación es la de origen solar, compuesta tanto por la luz visible como por radiación ultravioleta (UV). El principal agente cancerígeno es la radiación UV-B, ya que el 95% de la radiación UV-A es absorbida por la atmósfera. La radiación solar se asocia a cáncer de piel, tanto carcinoma de células basales como escamoso, ambos de comportamiento más bien benigno, así como melanoma maligno, tumor cutáneo con alta mortalidad.

La intensidad de la radiación solar depende obviamente del clima, del horario de exposición (siendo mayor al mediodía), así como también del reflejo de la radiación en superficies como nieve, arena y agua. Por estas razones se recomienda, sobre todo en verano o en sitios nevados, no exponerse en horarios de alta radiación solar, cubrir con la ropa el máximo de la superficie corporal (incluyendo el uso de anteojos) y el uso de bloqueador o pantalla solar.

En relación a otros tipos de radiación, la de partículas gamma recibidas por pacientes sometidos a radioterapia aumenta el riesgo de desarrollar un nuevo tumor en la zona irradiada. Se ha visto que la radiación nuclear también aumenta el riesgo de cáncer, tanto en sobrevivientes a las bombas nucleares como contaminación por exposición laboral. Por último, en otro tipo de radiación por aparatos eléctricos domiciliarios (como teléfonos celulares) no se ha demostrado que aumenten la frecuencia de cáncer.

Alcohol: el consumo moderado de alcohol, principalmente vino, ha mostrado efectos beneficiosos en salud, principalmente a nivel cardiovascular. Sin embargo, el consumo excesivo es un potente carcinógeno: es el principal factor de cáncer de hígado, así como también está asociado a cáncer de colon, mama y esófago. Es fundamental mantener un consumo moderado de alcohol en la dieta.

Detección precoz de cáncer
La detección precoz de cáncer, conocido en el ámbito médico por el término inglés screening, corresponde a la búsqueda de cáncer en personas que no presentan síntomas. El diagnóstico precoz de un tumor puede incluir distintos métodos, como examen físico, exámenes de laboratorio, imágenes y análisis genéticos.

Los métodos de diagnóstico precoz corresponden a programas de control periódico, supervisados por un médico u otro profesional de la salud. No tiene utilidad realizar un examen aislado o de forma no controlada.

¿Por qué hacerlo?
En general, la detección temprana de cáncer permite tratar el tumor en etapas iniciales de la enfermedad, aumentando las posibilidades de lograr un tratamiento curativo. Al mismo tiempo, muchos tumores no dan síntomas hasta etapas en las cuales ya no existen alternativas terapéuticas. De esta forma, lo ideal sería poder detectar todos los cánceres en etapas tempranas. Sin embargo, sólo se disponen de métodos efectivos para la detección precoz para algunos cánceres. El objetivo de los métodos de diagnóstico precoz de cáncer es detectar a la mayor cantidad de personas con un posible tumor, para en este grupo realizar estudios complementarios para confirmar o descartar un cáncer. Un método de detección precoz positivo no significa un cáncer, sólo un mayor riesgo de padecerlo y se deben realizar más estudios confirmatorios.

Riesgos de la detección precoz del cáncer
A pesar de la utilidad de la detección precoz, ésta puede tener algunos riesgos. Por ejemplo, los falsos negativos que corresponden a casos en que la detección precoz da un resultado negativo para cáncer, aunque la persona es portadora de la enfermedad, retrasándose el diagnóstico. Por el contrario, en ocasiones el método de detección puede dar un resultado positivo sin que el individuo estudiado presente un cáncer: ésto es conocido como falso positivo, y genera gran ansiedad en los pacientes, así como la necesidad de ser sometido a múltiples estudios para confirmar la presencia de un tumor.

Otro problema de los métodos de diagnóstico precoz es que, a pesar de tratar la enfermedad en una etapa temprana, puede que no se logre un beneficio en la cura de la enfermedad ni en prolongar la vida del paciente. Además, los tratamientos tienen efectos secundarios que pueden afectar la calidad de vida, sin ser beneficiosos.

¿Quiénes deben realizarse estos estudios?
La detección precoz debe hacerse en tumores de alta incidencia en la población (tumores más frecuentes), así como en poblaciones de riesgo seleccionadas. Por ejemplo, pacientes fumadores tienen mayor riesgo de cáncer pulmonar o familias con 2 o más parientes de primer grado (padres, hermanos) con un mismo tipo de tumor.

Tumores en los que se usa el screening y métodos
Las recomendaciones internacionales indican que existen 3 cánceres en los cuales los métodos de detección precoz han demostrado disminución del número de muertes producidas. Éstos son el cáncer de mama, cáncer cérvico-uterino y cáncer colo-rectal. Adicionalmente, la detección precoz de cáncer de próstata y cáncer de pulmón son recomendables, aunque su efecto en disminuir la mortalidad es discutido.

Cáncer de Mama
El cáncer de mama es actualmente la causa de muerte por cáncer en mujeres más frecuente en Chile. Por esta razón, los métodos de detección precoz son importantes, para disminuir la mortalidad. El screening de cáncer de mama incluye el examen clínico mamario y la mamografía, ambos anuales a partir de los 40 años. El examen clínico mamario corresponde a la palpación manual de ambas mamas y regiones axilares. Debe ser realizado por un médico u profesional de salud capacitado.

La mamografía es un examen de rayos X de la mama. Puede mostrar imágenes diferentes al tejido mamario normal y que hagan sospechar de la presencia de un tumor. Cualquier hallazgo anormal, tanto en la palpación como en la mamografía, obligan a realizar estudios complementarios para descartar la presencia de un cáncer de mama. De la misma manera, si una mujer al realizarse autopalpación mamaria encuentra alguna anormalidad, debe consultar.

En Chile, el Programa Nacional de Cáncer de Mama, iniciado en 1995, incluye examen clínico mamario a todas las mujeres entre 35 y 64 años, y mamografía a las mujeres entre 50 y 54 años, como parte del Examen de Medicina Preventiva.

Cáncer Cérvico-Uterino (CaCU)
El cáncer del cuello uterino está relacionado con la transformación de células normales a células tumorales, producto de la infección por virus papiloma humano (HPV). No todas las mujeres infectadas con HPV desarrollan cáncer. El HPV es la principal enfermedad de transmisión sexual, aunque en la mayoría de los casos no da síntomas durante la vida.

El método de detección precoz del CaCU es el test de Papanicolau (o Pap test), que consiste en la obtención de células del cuello del útero usando una tórula durante un examen ginecológico, las que son analizadas mediante microscopía. La detección de células anormales obliga a derivación a un especialista para confirmar o descartar un CaCU. El Programa Nacional de Cáncer Cervicouterino del Ministerio de Salud, implementado en 1987, comprende la realización del Pap test a todas las mujeres entre 25 y 60 años, cada 3 años. Este programa ha logrado disminuir notoriamente la mortalidad por CaCU en las mujeres chilenas.

Cáncer de Colon y Recto
El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más frecuente en el mundo. Aunque en Chile no alcanza ese nivel, la mortalidad por cáncer colorrectal ha aumentando en la última década. Por esta misma razón no existe aún un programa de detección precoz en nuestro país.

El screening en cáncer colorrectal ha demostrado disminuir la mortalidad; sin embargo, no existe acuerdo en cuanto a qué personas deben realizarse el estudio, así como los métodos utilizados. En general, se recomienda que desde los 50 años debe realizarse un test de hemorragias ocultas en deposición cada año, y estudio endoscópico de colon cada 5 a 10 años. El primero consiste en detectar rastros de sangre en las deposiciones; es anormal encontrar sangre, por lo que su presencia es un indicador de alguna patología que se debe investigar. Sin embargo, en ocasiones el test puede ser positivo por la detección de otros compuestos que se confundan con sangre.

El estudio endoscópico del colon, llamado colonoscopía, consiste en introducir una cámara flexible por el ano y explorar visualmente todo el colon o intestino grueso. Además, permite obtener muestras para biopsia. Es un examen ambulatorio, se realiza con sedación. Debido a que es un método invasivo, aunque poco frecuentes, presenta riesgos como sangrado y perforación del colon.

Estas complicaciones ocurren en menos de 3 de cada 1.000 colonoscopías.

Cáncer de Próstata
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres y la segunda causa de muerte por cáncer en hombres de Chile y países desarrollados. Está asociado con el envejecimiento, razón por la cual se espera que siga aumentando en el futuro.

Debido a que el cáncer de próstata no presenta síntomas sino hasta que está muy avanzado, el screening permite detectar el cáncer en los inicios de la enfermedad. De esta manera, el screening en cáncer de próstata ha demostrado aumentar el número de casos de cáncer en etapas tempranas, disminuyendo la cantidad de casos avanzados del tumor. Sin embargo, aún existe discusión en si el screening en cáncer de próstata ha logrado realmente disminuir la mortalidad producida por este cáncer.

El screening de cáncer de próstata consiste en la medición del antígeno prostático específico (PSA) y el examen digital rectal de la próstata (tacto rectal). Normalmente el estudio se inicia a partir de los 50 años y se realiza de manera anual. Se recomienda que los hombres con parientes de primer grado (hermanos, padre) con antecedente de cáncer de próstata se realicen el screening aun más jóvenes.

El PSA es una proteína producida tanto por células normales como por células tumorales prostáticas. Una elevación del PSA en la sangre hace sospechar la presencia de un cáncer. El examen digital rectal permite la palpación de la próstata, la cual normalmente es blanda y homogénea. Cualquier alteración de la palpación debe ser investigada. No obstante, otras enfermedades benignas de la próstata pueden elevar el PSA como también producir alteraciones a la palpación de la próstata. Por esta razón, cualquiera de estas dos situaciones lleva a la realización de una biopsia prostática.

En resumen, los estudios de detección precoz de cáncer buscan identificar un tumor en etapas tempranas en un gran grupo de personas. Un estudio de screening positivo en ningún caso hace el diagnóstico de cáncer, sino que es el paso inicial a estudios confirmatorios.