Cáncer de mama

A nivel mundial, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer. Se estima que anualmente fallecen 458 mil mujeres por esta causa.

El cáncer de mama es un tumor maligno que se desarrolla a partir de células mamarias. La mayoría de las veces comienza por la transformación de las células productoras de leche materna de los lóbulos mamarios (glándulas mamarias), o bien de los ductos, que son los conductos por donde drena la leche desde los lóbulos al pezón. Con menor frecuencia se originan del tejido adiposo y fibroso de la mama (tejido estromal).

A medida que progresa la enfermedad, las células cancerosas pueden invadir el tejido sano de la mama, dirigiéndose hacia los ganglios linfáticos de la axila, pequeños órganos del sistema inmune que filtran las sustancias extrañas en el cuerpo. Al invadir el sistema linfático (ganglios linfáticos), las células cancerosas adquieren la capacidad de llegar hacia otras partes del organismo, lo que se traduce en diseminación de la enfermedad.

A nivel mundial, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en la mujer. Se estima que anualmente fallecen 458 mil mujeres por esta causa. La tasa de incidencia (número de casos nuevos) es de 39 casos por 100.000 mujeres. Diversos estudios estiman que anualmente fallecen sobre 20 mil mujeres por cáncer de mama en el continente americano.

En Chile la incidencia de cáncer de mama ha ido creciendo, probablemente por el aumento de la esperanza de vida al nacer, y actualmente es el cáncer más frecuente en mujeres chilenas, con 40 casos por cada 100.000 mujeres. Como causa de muerte, esta enfermedad ocupa el segundo lugar entre las causas de muertes por cáncer en la mujer, con una tasa de mortalidad de 11 muertes por 100.000 mujeres.

Al igual que otros tumores malignos, el cáncer de mama se produce por una anormalidad genética (un “error” en el material genético) de la célula, error que la mayoría de las veces ocurre en forma espontánea e inesperada. De hecho sólo el 5-10% de los cánceres de mama se deben a una anomalía heredada de la madre o padre.

Si bien las causas que producen el cáncer de mama son desconocidas, se sabe que existen ciertos factores que aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad (factores de riesgo). Los factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama son: antecedente personal de un cáncer de mama previo, historia de una familiar directa con cáncer de mama (madre o hermana), y presencia de la mutación de los genes BRCA-1 y BRCA-2 (se encuentran alterados en un 5-10% de las pacientes que desarrollan un cáncer de mama). Existen otros factores de riesgo como el no haber tenido embarazos, que el primer embarazo haya sido después de los 35 años, haber tenido la primera menstruación (menarquia) antes de los 12 años o la menopausia después de los 55 años, haber estado expuesto a radiación ionizante, obesidad, el uso de estrógenos exógenos (terapia de reemplazo hormonal después de la menopausia) y el consumo excesivo alcohol.

Además se sabe que este cáncer aumenta progresivamente con la edad, con una incidencia máxima entre la sexta y séptima década de la vida. Un 20% de los cánceres de mama se producen entre los 40 y 50 años, y la edad promedio de las pacientes que lo presentan es de 60 años.

 

Presentación clínica
Inicialmente el cáncer de mama puede no causar algún síntoma, debido a que el nódulo inicial puede ser muy pequeño como para palparlo o producir algún tipo de alteración local. A menudo, lo que ocurre es que en una mamografía realizada en forma preventiva, aparece un área anormal, lo que conduce a nuevas pruebas diagnósticas. En algunos casos, sin embargo, el primer signo de cáncer de mama es la aparición de un nódulo o masa en la mama, detectada por la paciente o su doctor.

Habitualmente este nódulo es de consistencia dura, irregular y adherido al tejido mamario. En ciertas ocasiones puede presentar compromiso cutáneo dado por eritema, retracción de la piel, edema y ulceración.

Etapificación
La evaluación inicial de una paciente con cáncer de mama incluye la etapificación de la enfermedad, lo cual consiste en clasificar la enfermedad según el tamaño del tumor, el compromiso de los ganglios linfáticos y la presencia de metástasis. El sistema universalmente aceptado es la clasificación TNM (propuesta por el Comité Americano de Cáncer, AJCC), donde T corresponde al tamaño del tumor, N el compromiso de los ganglios linfáticos, y M la presencia de metástasis a otros órganos del cuerpo. Este sistema resulta en la clasificación del paciente en cuatro etapas (etapa I, II, III y IV), las cuales se relacionan con el pronóstico de la enfermedad. Además este sistema es de utilidad para definir las alternativas terapéuticas del paciente.

Tratamiento
El tratamiento del cáncer de mama es complejo y depende de varios factores, siendo los más importantes el tamaño del tumor y el compromiso de linfonodos (etapa del cáncer). También son importantes la edad de la paciente, si el cáncer es sensible o no a ciertas hormonas y si el cáncer presenta en exceso o no un gen llamado HER2/neu. En términos generales, los tratamientos contra el cáncer de mama se basan en la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la hormonoterapia y la terapia biológica.

La cirugía tiene como objetivo resecar el tumor mamario, lo cual se realiza mediante extirpación sólo del tumor mamario, o bien mediante extirpación de toda o parte de la mama (mastectomía). El tipo de cirugía va a depender del tipo de tumor y la extensión de éste.
La radioterapia está dirigida a destruir el tejido canceroso, mientras que la quimioterapia va a destruir las células cancerosas.

La hormonoterapia se utiliza en mujeres que presentan un cáncer de mama positivo para receptores de estrógeno, con el fin de bloquear ciertas hormonas que estimulan el crecimiento del cáncer. Uno de los fármacos utilizados con este fin es el tamoxifeno, que bloquea el efecto de los estrógenos, los cuales pueden ayudar a las células cancerosas de la mama a sobrevivir y proliferar.

La terapia biológica es el tratamiento más nuevo contra el cáncer de mama, sin embargo es efectivo solo si el tumor expresa en forma aumentada el receptor HER2/neu. Este receptor se encuentra sobre expresado en alrededor del 15 a 20% de los cáncer de mama, y estimula la multiplicación de las células tumorales. La terapia consiste en un anticuerpo dirigido contra esta molécula. El anticuerpo monoclonal Trastuzumab, el cual ha demostrado ser capaz de unirse al receptor en las células tumoral y detener su crecimiento.

La mayoría de las mujeres recibe una combinación de tratamientos. Para las mujeres con cáncer de mama en etapas I, II o III, el objetivo principal es tratar de curar el cáncer e impedir que regrese. Para las mujeres con cáncer en etapa IV, el objetivo es mejorar los síntomas y ayudar a que las personas vivan por más tiempo. En la mayoría de los casos, el cáncer de mama en etapa IV no se puede curar. Después del tratamiento, algunas mujeres continúan con medicamentos como el tamoxifeno, por un tiempo. De todas maneras es necesario mantener control médico periódico, con el fin de evaluar la respuesta al tratamiento y la posible progresión de la enfermedad.

Debido al impacto que produce en la salud pública, Chile ha debido incrementar sus esfuerzos en la lucha contra el cáncer de mama; es así que se ha establecido una Red Nacional de Atención de la Patología Mamaria. Se han definido protocolos de atención en conjunto con la Sociedad Chilena de Mastología, que incluyen desde la detección precoz del cáncer de mama hasta su tratamiento. Además el año 2004 el cáncer de mama fue incorporado al Sistema de Acceso Universal de Garantías Explícitas (AUGE), lo que ha permitido garantizar plazos máximos para el acceso a confirmación diagnóstica y tratamiento de esta enfermedad.

La detección temprana y el acceso a un tratamiento adecuado y oportuno son las claves para lograr disminuir la mortalidad por esta enfermedad.

Examine sus pechos después de cada menstruación. Buscando durezas o anomalías que no desaparecen con los cambios hormonales después de cada ciclo menstrual.

Frente a un espejo examine sus pechos buscando cambios en aspecto, forma o tamaño.

  • Uno Levantando un brazo y examine la piel buscando cambios de aspecto. Observe si los pezones se mantienen a la misma altura.
  • Dos Muy suavemente apriete los pezones y observe si supuran.
  • Tres Tiéndase de espalda y toque suavemente cada pecho alternativamente. Suba las manos hasta las axilas.

Ante cualquier cambio acuda al médico.